Las fórmulas dietéticas para vacas lecheras se basan en la materia seca (MS) del alimento. Controlar la MS de la dieta es fundamental para que podamos ofrecer siempre una dieta consistente a las vacas. Con esto, es posible determinar exactamente la cantidad de nutrientes que el animal está recibiendo y la cantidad de alimento necesaria para la producción estimada de leche.
Para calcular la materia seca de un alimento, se necesita restar, de la masa del producto se resta la masa de agua contenida en él. Por ejemplo: si queremos ofrecer 25kg de nutrientes a las vacas, pero la mezcla tiene 50% de MS, necesitamos aportar 50kg de esta mezcla porque los otros 25kg serán solo agua. Todos los alimentos forrajeros y concentrados presentan un porcentual de agua en su composición, y esta fórmula sería muy sencilla si todos los alimentos tuvieran una MS constante.
La materia seca dentro de un silo, especialmente cuando el ingrediente es el forraje, puede variar mucho. Por ejemplo: si el forraje se corta en días diferentes, incluso en diferentes momentos del día, en diferentes campos o en diferentes tamaños, podemos tener una variación muy grande en un mismo forraje, dentro del mismo local. Cuanta más humedad tenga el ingrediente, será más importante calcular la MS.
Muchos han escuchado hablar de que, dentro de una hacienda, hay cuatro tipos de dietas: la que formula el nutricionista, la que el tratador pone en el vagón, la que se da a las vacas y la que realmente está siendo consumida por el animal. Esta variación es normal dentro de las haciendas, lo que dificulta aún más la formulación de la dieta y el suministro constante y rutinario, todavía más desafiador.
Algunas haciendas muestran una caída en la producción de leche, de un día para el otro, o aún peor, las vacas pasan de un estado saludable a un estado acidótico, sin ningún cambio en la fórmula. En muchos casos, incluso sin cambiar la formula, hay un cambio en la dieta que llega a los animales – y el tratador no tiene la culpa. Esto puede explicarse por un simple cambio en la materia seca de uno o más ingredientes disponibles en la dieta. Vea el ejemplo:
Considerando una dieta formulada para un promedio de 30 litros (tabla 1), con un concentrado formulado por un técnico, para un lote de vacas en período de lactancia, con 28kg de ensilaje de maíz, conteniendo 40% de MS y una proteína bruta en NS final de la dieta de 16%. El animal estaría comiendo 20,89kg de materia seca total por día.
Si el tenor de materia seca del ensilaje cambia de 40% para 30% y se continúa mezclando la misma dieta (con los mismos ingredientes y las mismas cantidades que estaban suministrando anteriormente), esta proteína bruta pasaría para 17,3%. el animal estaría comiendo 18kg de MS por día. Estos cambios podrían causar una disminución en la producción, debido a una menor MS disponible para el consumo, y disturbios metabólicos en los animales, debido a una mayor concentración de ración en la dieta.
Para mantener los niveles de las dietas previamente establecidos y la cantidad ideal de MS para consumo, y 16% de proteína bruta, por ejemplo, necesitamos aumentar la cantidad de ensilaje de maíz para 37kg por día, recordando que la MS ahora es 30% (tabla 2).
Los días de lluvia también pueden cambiar bruscamente la MS de los alimentos. El agua aporta peso al ensilado, lo que disminuye la cantidad de fibra que se suministra a los animales, como la cantidad de FDN (fibra en detergente neutro), en el ejemplo anterior, que pasó de 35,4% para 33,3% (tabla 1). En algunos casos, por diversos motivos, la dieta puede contener solamente la cantidad mínima de fibra exigida para que una vaca mantenga su salud ruminal, favorezca la masticación y la rumiación. Si la MS disminuye, por cualquier motivo, puede ser el puntapié inicial para un desastre nutricional – lo que generalmente afecta a las vacas de mayor producción, porque comen más rápido y en mayor cantidad.
Las vacas parecen aceptar dietas bajas en fibras y de alta energía cuando se alimentan de forma progresiva y constante. Sin embargo, cuando tenemos un cambio brusco en la composición de la dieta, podemos tener una cascada de problemas ruminales que estresan a las vacas y provocan una caída en la producción. Por estas razones, necesitamos medir con frecuencia la MS de los ingredientes en la hacienda.
El proceso de obtención de MS de un alimento se puede realizar de várias formas y con diferentes métodos. El laboratorio es la opción estándar, donde el alimento se coloca en un horno de ventilación forzada a una temperatura de 55º C por 72 horas o a 105º C, por 12 horas, sacando prácticamente el 100% del agua presente en la muestra. En el campo, sin embargo, necesitamos de algo más rápido y práctico que permita determinar la MS en pocas horas. Tenemos algunas opciones:
El Koster es un aparato que proporciona el secado por resistencia eléctrica y ventilación de una muestra representativa del forraje. No es necesaria la presencia continua del individuo cerca del aparato durante la determinación. El tiempo de secado del ensilaje es de aproximadamente 60 minutos. El tiempo de cada equipo debe definirse de antemano. Debemos dejar el ingrediente por un rato y después pesar la muestra inúmeras veces hasta que el peso se estabilice. Es importante:
- Utilizar una balanza de precisión;
- Colocar el tamiz del Koster y anotar el peso;
- Tarar la balanza;
- Pesar 100g de muestra;
- Dejar por un tiempo predeterminado (aproximadamente 50 minutos);
- Pesar la muestra de 2 en 2 minutos hasta que el peso se estabilice;
- Descontar el peso del tamiz;
Después de realizar todos estos procesos, se llega al valor de la MS.
La olla eléctrica es un aparato que se utiliza mucho en las haciendas, debido a su costo accesible y fácil manejo. Su funcionamiento es semejante al Koster y, además, no es necesaria la presencia continua del individuo cerca del aparato. Es necesario calibrarlo, ya que cada marca tiene su tiempo de secado específico, debido al tamaño y la potencia de cada uno.
Los procesos incluyen:
- Utilizar una balanza de precisión;
- Pesar el plato de la olla y anotar el peso;
- Tarar la balanza;
- Colocar de 100g a 200g de muestra; la temperatura y el tiempo van a depender de cada olla, variando de 110 y 150 grados, de 30 a 50 minutos;
- Pesar la muestra de 2 en 2 minutos hasta que el peso se estabilice;
- Restar la tara en la balanza por la cantidad de peso final.
El resultado de este proceso es la MS. Cabe resaltar que no se recomienda dejar la muestra más tiempo del necesario.
El Microondas es otro método capaz de medir la MS del ensilaje en pocos minutos. El método es específico para cada microondas y el procedimiento consiste en:
- Anotar el peso del plato;
- Pesar alrededor de 50-100 gramos de forraje (capacidad de un plato común);
- Secar por 5 minutos a potencia alta; Es necesario colocar un vaso con agua dentro del microondas para evitar una posible combustión de la muestra;
- Pesar el plato + muestra;
- Volver al microondas por 3 minutos más;
- Repetir el secado de 3 minutos hasta la estabilización del peso;
- El tiempo y el número de secados dependen de la potencia del microondas y de la humedad del forraje.
- Restar el peso del plato del peso final de la muestra.
Al final, tenemos la materia seca.
El cálculo correcto y exacto de la materia seca de los ingredientes disponibles para la formulación, especialmente el forraje, y los que contienen mayor cantidad de agua, contribuye para aumentar la precisión de la nutrición en cada propiedad y, así, mejorar la eficiencia en la producción de leche. Por lo tanto, tenemos varios métodos simples y accesibles para la medición rutinaria de la materia seca en la propia hacienda. Finalmente, para un ajuste en la materia seca de la dieta necesitamos una buena muestra de los ingredientes, un buen método de evaluación y un correcto ajuste de la dieta final.
Por: Ana Carolina Verdugo es Consultora de Servicios Técnicos de bovinos de leche en Agroceres Multimix